En una entrevista con Netex Learning, el activista y emprendedor ghanés, Ousman Umar, defiende el papel de la tecnología en la formación de los jóvenes y aboga por un uso “responsable” de las herramientas digitales para construir un futuro sostenible y justo. «La educación digital es eficiente e inclusiva», destaca.
Con 13 años emprendió un arriesgado viaje rumbo a Europa. Cuando consiguió llegar a España tenía 17. Inspirado por las duras experiencias que vivió en ese largo camino, Ousman Umar fundó NASCO Feeding Minds, una ONG dedicada a proporcionar educación y tecnología a niños en áreas rurales de Ghana.
El poder de la tecnología en la formación
A través de su trabajo en NASCO, Ousman ha experimentado de primera mano cómo la tecnología puede ser un catalizador para el cambio educativo. «Con un portátil, los estudiantes en Ghana pueden acceder a la biblioteca más grande del mundo», explica, destacando cómo la educación digital rompe barreras y abre innumerables puertas.
«En un mundo dominado por lo digital, necesitamos formar a nuestros jóvenes con las habilidades necesarias para prosperar». Ousman es un hombre hecho a sí mismo, fuente de inspiración y referente en activismo social. En su trabajo por un mundo más justo, aboga por el uso de la tecnología para formar a los jóvenes africanos en sus países de origen, evitando así la necesidad de emigrar.
Para el fundador de NASCO, la tecnología y la educación desempeñan un papel clave en la transformación de la sociedad y en la construcción de un futuro sostenible y justo. «La tecnología es una oportunidad, no un obstáculo», señala.
En su visión, la integración de la tecnología en la educación es clave para abordar las desigualdades y para fomentar el desarrollo de los jóvenes, sin importar su lugar de origen. «La educación digital es eficiente y también inclusiva. Permite a los jóvenes, sin importar dónde se encuentren, acceder a recursos educativos de calidad», valora Ousman. Esta accesibilidad es crucial para países como Ghana, donde la tecnología puede ser un puente hacia oportunidades globales y un motor para el desarrollo local.
El impacto real de NASCO
NASCO cuenta con 58 escuelas y 17 aulas de informática, donde este curso hay matriculados más de 6.300 alumnos. Actualmente hay 28 personas que saben programar y que, gracias a Nasco-Tech, otra de las patas de este proyecto solidario, están trabajando para una quincena de empresas españolas sin salir de su país natal.
Ousman ha desarrollado una importante red de colaboradores que respaldan el trabajo de su ONG. «Organizaciones como Netex desempeñan un papel fundamental al ofrecer recursos y conocimientos tecnológicos que mejoran la calidad de la educación que proporcionamos», señala. Estas colaboraciones enriquecen la experiencia de aprendizaje de los jóvenes y los preparan para los desafíos y demandas del mundo empresarial.
Una visión de futuro
Sobre el papel de la tecnología en la transformación de la sociedad, el fundador de NASCO es optimista. «La tecnología nos brinda herramientas increíbles para hacer frente a los desafíos globales, desde la educación hasta el cambio climático», señala. «Pero es esencial que usemos estas herramientas de manera responsable y siempre con un enfoque en la humanidad». En plena era de la inteligencia artificial, destaca la importancia de poner al ser humano en el centro.
Comprometido con una sociedad mejor
La clave está en lograr el equilibrio entre la innovación tecnológica y el compromiso hacia la mejora social. «Cada avance tecnológico debe ir acompañado de un paso adelante en nuestro compromiso con la sociedad», valora. Su mensaje es claro: la educación y la tecnología, cuando se combinan de manera efectiva y ética, tienen el poder de crear un mundo más equitativo y sostenible.
También te puede interesar:
