La educación: la decisión más dura y acertada que he tomado en toda mi vida

ousman oumar loves learning

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Nota de Redacción: En plenos preparativos de nuestro evento i-love-learning Madrid, celebrado el pasado 14 de febrero, tuvimos la suerte de conocer a Ousman Umar y desde el primer momento supimos que su historia debía ser contada en la ponencia de cierre.

Ousman nació en Ghana, pero no sabe ni en qué año ni en qué mes, solo sabe que era martes porque en su tribu solo se le da importancia al día de la semana en que naces.

A los 13 años empezó la gran aventura de viajar al “país de los blancos” en busca de un futuro mejor. Cruzó el Sahara a pie, el mar en patera y vio morir en el camino a la mayoría de sus compañeros de viaje, entre ellos a su mejor amigo. Tardó cuatro años en llegar a España y, tras varios meses durmiendo en la calle, una familia le acogió. 

Compaginando trabajo y estudios, Ousman consiguió graduarse en Administración de Empresas y Relaciones Públicas, y tiene un posgrado en Dirección y Gestión de Organizaciones. Y como nos explicaba en la preparación previa de nuestro evento, quiere devolver la suerte que ha tenido ayudando al desarrollo de su país de la mejor manera: con educación e información a través de su Fundación NASCO Feeding Minds.

Una gota cayó sobre mi cuaderno. No estaba lloviendo, eran mis lágrimas. Después de haber llegado al paraíso, después de toda la lucha que había supuesto mi camino cruzando el Sáhara a pie y el mar en patera, una familia española me había acogido. Por fin podía estudiar, por fin había encontrado el camino para ayudar a los míos, desde la formación.

Pero no todo era tan sencillo. Al otro lado del mundo, casi en otro planeta, diría yo, mi familia luchaba por salir adelante con una realidad muy distinta a la mía. 

La casa donde vivía mi madre con mis hermanos, en el norte de Ghana, estaba cubierta de hierba y cañas de bambú. Cada año se pudría y mi padre se encargaba de cambiar la hierba, pero murió y mi madre no podría hacerse cargo de dicha tarea. Mi madre ya tenía una cierta edad y debía cuidar de sus hijos, que todavía eran pequeños, además de todo el trabajo que le suponía encargarse ella sola de las tareas de casa. Se hacía mayor y apenas podía ir al río a buscar agua. Entonces, un día que llovía en Ghana, me llamó por teléfono. 

i-love learning 2020 - Madrid

En aquel momento yo estaba estudiando en mi habitación, en un piso de Barcelona, sacándome la carrera de Química. Para poder pagar mis estudios trabajaba 40 horas a la semana, y me dejaba la piel porque estaba seguro de que la educación era la clave para forjarme un futuro. Escuché la voz de mi madre al otro lado del aparato y el corazón se me partió en dos. Me contaba que la cubierta de su habitación estaba muy mal, y que tenía tantas goteras que apenas podía dormir sin mojarse. Dormía en una esterilla en el suelo, ya que tampoco tenía cama, y usaba los boles de la comida para que el agua de las goteras no se extendiera por toda la habitación. Yo apenas podía responder, me limitaba a fijar la mirada en el libro que yacía inmóvil sobre mi mesa de estudio, y mis lágrimas caían sobre él como aquellas goteras que amenazaban a mi madre cada vez que llovía en la aldea. 

¿Qué se supone que debía hacer? En aquellos momentos invertía todos mis ahorros en pagar mis estudios y los de mi hermano Banasco, que estudiaba en la Universidad de Ghana. No podía hacer más. Tal vez, muchos se habrían dado de baja de la universidad para emplear sus ahorros en construir una casa mejor para su familia, pero yo sabía que esa no era la solución. Era solamente un parche. El problema era mucho más grande, y no debía ser egoísta. 

VIAJE AL PAÍS DE LOS BLANCOS
OUSMAN UMAR

A veces en la vida uno toma decisiones muy duras, que sabe que tendrán repercusiones, pero que en el futuro habrán valido la pena. Yo podría haber “salvado” a mi madre, pero entonces no habría podido pagarme una educación que más tarde me llevó a la creación del proyecto que hoy da formación a miles de niños en mi país. El futuro es eterno, mientras que el presente es solo un instante. La educación era una inversión muy grande que más tarde salvaría muchas vidas y muchos otros futuros. 

Unos años más tarde, mi madre murió. No pude ir al entierro. Ahora me encantaría que estuviese viva para poder disfrutar con ella todo lo que estoy logrando con NASCO Feeding Minds, pero estoy seguro de que, esté donde esté, está muy orgullosa de todo lo que he logrado. Ninguno de sus descendientes sufrirá del modo que ella lo hizo.

La educación fue la decisión más dura y acertada que he tomado en toda mi vida.

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2 comentarios

  1. Hola Lola, gracias por tu comentario. Este artículo lo escribe y firma el propio Ousman Umar. Confirmaremos con él cualquier inexactitud en su relato. Gracias de nuevo y saludos.

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Ousman Umar

De emigrante a emprendedor social, Ousman es un ghanés que por la falta de oportunidades para la educación emigró a España. Esta experiencia ha motivado su pasión de ayudar a los estudiantes de Ghana con la ONG Nasco Feeding Minds para devolver a la sociedad lo que la sociedad no podía ofrecerle de niño: educación y TIC.

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