¿Qué es la mochila digital?

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Llamamos “mochila digital” de un alumno al conjunto de contenidos educativos (principalmente libros de texto) en formato digital que previamente, y de forma colaborativa, han seleccionado los docentes de un centro a fin de ser utilizados durante un curso académico como material de referencia para su aprendizaje.

Un error muy habitual es limitar el concepto de “mochila digital” a un simple cambio de formato, pasando de una naturaleza física y tradicional en papel a otra adaptada a ser utilizada a través de un dispositivo informático. La “mochila digital” no solo evoluciona la forma de acceder a los contenidos, sino que supone una interconexión directa entre el aprendizaje de un alumno y el abanico de posibilidades que aporta la tecnología. Así, todo alumno dispondrá de un conglomerado de herramientas para ser utilizadas conjuntamente con sus docentes, que le permitirán sacar el máximo partido pedagógico al trabajo en el aula.

Habitualmente los contenidos de una “mochila digital” estarán almacenados y organizados dentro de un entorno virtual de aprendizaje, plataforma web que permite la realización, desarrollo y seguimiento de las actividades de enseñanza-aprendizaje de cada alumno. Complementariamente, los alumnos acceden a la “mochila digital” a través de un dispositivo informático estándar, pudiéndose apoyar en las aplicaciones que este mismo ofrece o instalar las que se necesiten, así como disponer de todas las ventajas que ofrece estar permanentemente conectados a Internet.

Apostar por la “mochila digital” es apostar en favor de un ecosistema educativo-tecnológico que permite la utilización de las últimas tecnologías en el aula, así como la enseñanza con contenidos e-Learning.

Apostar por la “mochila digital” es apostar en favor de un ecosistema educativo-tecnológico que permite la utilización de las últimas tecnologías en el aula, así como la enseñanza con contenidos e-Learning. Siempre trabajando desde una perspectiva constructiva que integre herramientas de uso común (la unión hace la fuerza), potenciando lo ya en funcionamiento y tratando de mejorarlo, nunca desconectando ni supliendo. La “mochila digital” se retroalimenta en función de las exigencias y necesidades transmitidas por todos los agentes de la comunidad educativa y, a su vez, equilibra los objetivos de estos desde el diálogo. Un diálogo que no se obsesione en innovar, sino primeramente en adaptarse a la realidad que actualmente vive el mundo, tanto dentro de las aulas como fuera de ellas.

“La mochila digital” permite desarrollar una educación más enfocada hacia el alumno, evolucionando el rol docente hacia un orientador heterogéneo de las necesidades específicas de cada uno de sus estudiantes, en lugar de limitarse a ser un gestor secuencial y uniforme de acceso homogéneo a los contenidos educativos.

Beneficios de la mochila digital

La experiencia probada y contrastada de utilizar la “mochila digital” en las aulas (como ya se lleva haciendo en algunas comunidades autónomas) conlleva una serie de beneficios directos:

  • Incremento de la motivación del alumnado: en el actual mercado educativo, los libros de texto digitales disponen de un alto nivel de contenido interactivo. Trabajar sobre materiales interactivos resulta una experiencia mucho más atractiva para el alumno, incrementando ampliamente su interés a la hora de realizar diferentes tareas.
  • Focaliza la labor docente: gracias a la “mochila digital” el docente ahorra en labores repetitivas como la corrección (esta es automática en los libros de textos digitales). Así, un profesor puede invertir mejor su tiempo y enfocarlo en paliar las verdaderas necesidades educativas de sus alumnos.
  • Versatilidad operativa: los alumnos podrán aprender haciendo, creando o trabajando por proyectos, pero a su vez también dispondrán una enseñanza individualizada y directa. El docente podrá identificar con facilidad las áreas donde el alumno necesita refuerzo adicional y disponer de herramientas
    para paliarlo.
  • Interconexión total: es habitual que al trabajar con una “mochila digital”, la labor no se limite únicamente a involucrar tecnológicamente a docentes y alumnos, sino también al resto de agentes que participan en la educación (padres/madres, administración educativa, empresas proveedoras de contenidos…) y permitir, de este modo, alinear y compensar los objetivos del sistema educativo escolar, el sistema educativo familiar y el sistema educativo sociocultural.
  • Adaptación a todo tipo enseñanza: aunque el trabajo con “mochilas digitales” suele estar focalizado en los últimos niveles de Primaria y primeros de Secundaria, es perfectamente adaptativo a todo tipo de alumno, nivel y enseñanza. Suponiendo además, un gran avance hacia la accesibilidad de los contenidos educativos.
  • Mejora constante: la “mochila digital” dispone de potentes herramientas de reporte y minería de datos, que proporcionan de forma rápida y directa valiosa información que permite que sean mejorados de forma constante. Dejando de lado un modelo de espaciadas “ediciones” hacia uno de habituales “versiones” y “actualizaciones”.
  • Coherencia: la tecnología aún no está presente en las aulas como si lo está en otras facetas de la sociedad. En el panorama educativo aún es a menudo concebida como una especie de agente externo, cuando lo realmente útil y necesario es mimetizarlo con todo lo demás. Gracias a la mochila digital, el trabajo dentro del aula está relacionado con todo lo que tecnológicamente ocurre fuera de ellas.
Este artículo fue publicado originalmente en el blog Conversaciones con el Futuro

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4 respuestas

  1. ¿Podrías dar algunos datos de cómo está afectando el cambio digital en las CCAA españolas donde se ha implantado? ¿Ahorra dinero a la administración pública? ¿realmente mejora la calidad de la educación?

    Gracias por adelantado.

    1. Muchas gracias por tu comentario. Justo lo que comentas es el objetivo que ahora varias comunidades autónomas se han marcado. Podríamos decir que hasta ahora la estrategia se ha basado en dotar de herramientas TIC (software y hardware) para facilitar el cambio metodológico y a partir de este momento el objetivo pasa por medir el verdadero impacto y lo que las mismas han aportado, con el fin de retroalimentar el propio modelo operativo.
      Me consta que Extremadura, a través de su proyecto eScholarium, ya está trabajando en ello. Te recomiendo visitar la página web http://www.educarex.es, ya que por la misma irán anunciando las diferentes conclusiones.
      De nuevo, muchas gracias. Saludos

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Ángel Luis González

Hablar de Ángel L. González es hablar de tecnología y educación, así como del camino que las conecta: E-Learning. Actualmente es Coordinador del Equipo de Gestión del Cambio en eScholarium, iniciativa e-Learning que busca evolucionar digitalmente los colegios e institutos de Extremadura. Un proyecto construido desde el diálogo entre centros educativos, familias, empresas educativas (editoriales y puntos de venta) y la propia administración; equilibrando los objetivos individuales hacia un escenario colaborativo común y enfocando su aplicación desde la sencillez, utilidad y necesidad. Trazando pinceladas pedagógicas para la educación del futuro, basadas en los retos a los que ya se enfrenta el alumno del presente.

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