Francisco Prior y Carlos San José nos conceden una entrevista en la que desentrañan los nuevos retos y oportunidades a que se enfrentan las editoriales.
Han pasado unos años desde que se dio a conocer en España el proyecto Escuela 2.0. ¿Cuál crees que es la situación en estos momentos?
Francisco– En este momento las TIC son una realidad en la escuela. La pizarra digital, por ejemplo, está presente casi en el 80 o 90% de los centros. ¿El resto de las TIC? Los servicios educativos están muy implantados y son la gran mayoría. Donde hay más dificultad es en el uso de las TIC como herramienta académica o de aprendizaje porque no está delimitado todavía a partir de dónde deben formar parte del modelo educativo.
Carlos– Claro, existen modelos muy distintos y no todo el profesorado tiene la formación idónea para llevar a cabo lo que las TIC posibilitan.
Francisco– Una gran dificultad es que no hay, en este momento, estudios que avalen que por el uso de las TIC el sistema educativo mejora.
¿Cuáles son los nuevos retos a los que tienen que enfrentarse las editoriales?
Francisco– El primer reto es transformar tu propia estructura, tu funcionamiento interno. La edición tiene una larga tradición, digamos que es un sistema muy maduro. Así, la mayor dificultad estriba en seguir funcionando con el soporte papel. Todo el mundo acepta que debes evolucionar. Otra cosa es, cuándo, quién o cómo se decide.
Carlos – Sí, se pasa de un modelo en que el producto era el libro a otro en que casi no están definidas las especificaciones. Esto obliga a una flexibilidad muy alta para suministrar contenidos en formatos que están en continuo cambio. Ése sí que es un reto…
¿Cómo se está posicionando Anaya en España y en América Latina?
Francisco– Grupo Anaya en España viene de una posición de liderazgo en el sistema educativo. Por estamos trabajando en la configuración y definición del modelo de contenido digital. Un modelo que no tiene porqué coincidir con otros existentes. En América latina es el grupo Hachette a través de Larousse y con el grupo Anaya quién realmente tiene la responsabilidad de desarrollar tanto en México como en Argentina. Nuestra respuesta consiste en estar al día en las tecnologías y sus aplicaciones. Donde yo creo que está la mayor dificultad es en definir el modelo. Nosotros tenemos uno pero no siempre coincide con la demanda social ni con la tecnológica.
¿Qué balance hace del funcionamiento o aceptación por el profesorado de los recursos TIC que Anaya proporciona en la actualidad? Me refiero a Greta (Gestor de recursos educativos y tecnológicos para el aprendizaje), libros digitales, recursos y actividades interactivas (anayaeducacion.es)
Carlos – Hay mucho interés por todo ello. El problema es que la implantación o la llegada activa no depende sólo del interés. Depende del momento económico, de los planes de las administraciones… Vivimos en lo que yo llamaría una situación de “eterno piloto”. Llevamos unos cuantos años en los que no vemos cuajar ninguna propuesta con la excepción de Cataluña que tuvo el piloto más serio. Después de tanto tiempo deberíamos estar en una situación diferente pero con todo ese despliegue de desarrollo tecnológico del libro digital, recursos digitales, entorno virtual de aprendizaje, formación online, espacio para el profesorado, diferentes páginas web para el alumnado… Todo eso que abres para que cuando la situación se estabilice o esté un poco más normalizada pues estén las herramientas y los productos dispuestos.
Francisco– Hace poco leí que vivimos en una sociedad donde hay exceso de la información. Y yo creo que vivimos en un sistema educativo donde hay un exceso de ideas. Cuando se está hablando de un dispositivo y los editores empiezan a trabajar en la preparación de ese dispositivo aparece otro dispositivo. Cuando te intentas adaptar al nuevo dispositivo, aparece una herramienta que lo anula. Yo creo que los sistemas educativos necesitan tiempo y no deben ir a la velocidad de la tecnología. La educación es un concepto maduro en la sociedad. En este momento en la sociedad española, que no es la europea ni la americana, la tecnología está tirando del modelo educativo. Y a nosotros como educadores y creadores de contenidos nos parece que esto es un grave error. En este momento hay suficiente tecnología y herramientas para que los profesores sedimenten un modelo de aprendizaje y con él creen contenidos. Y es que los sistemas educativos necesitan tiempo. La educación no puede estar limitada por los dispositivos. El aprendizaje siempre ha sido mucho más amplio, más abierto, más genérico y, al final, todo eso que es muy grande lo reducimos a una pantalla de 7 pulgadas. Y yo creo que eso es un problema. En España, insisto, es que hay un modelo que no hay en ningún otro país. En Francia el modelo educativo y las herramientas se acomodan. Aquí, es que no es lógico que estemos todos hablando, por ejemplo, de HTML5 o de un iPad cuando todavía no estamos viendo las funcionalidades porque se están definiendo. Pues defina ud. Las funcionalidades, tenga las herramientas y luego trabajemos sobre ellas. Y luego que estamos corriendo todos como aquel que dice: “¿A dónde vás? ¡No sé, pero a toda prisa!” Es la sensación que yo tengo…
Al hilo de la necesidad de profundizar en algunas herramientas ¿Nos podrías adelantar alguna novedad en la que Anaya esté trabajando? ¿Cuál de las áreas planteadas antes despierta un verdadero interés en Anaya? Apostar por un entorno más completo, un mejor desarrollo de libros digitales o las actividades interactivas, las pizarras digitales… Algo que tenga un viso de realidad.
Francisco– Pues yo creo que, por ejemplo, la pizarra digital es el logro tecnológico más importante en la actualidad.
Carlos – El éxito que ha tenido al entrar es comparable al del procesador de textos. Nadie que haya usado un procesador de textos ha vuelto a una máquina de escribir. La pizarra digital ha entrado muy bien en las aulas porque se ha adaptado muy bien a aquello con lo que un profesor se sentía cómodo. También es muy importante el libro digital junto con recursos interactivos externos al libro. El libro sirve para transmitir conocimientos y ejercicios y las actividades para evaluar. Todo ello en un entorno virtual de aprendizaje. Y esto es lo que podríamos definir como el heredero digital de lo que hasta ahora ha sido el libro como centro del aprendizaje en las aulas.
Francisco– Si esto se pudiese complementar con un extracto mínimo de soporte papel sería el modelo ideal. Hasta 5º de primaria hay herramientas de aprendizaje que el alumno necesita desarrollar. La escritura o las operaciones son imposibles de sustituir. Otra cosa es el uso de la tecnología a continuación. El modelo que no tiene marcha atrás es el modelo social en que los centros se comunican con las familias, los profesores evalúan y ejercitan un control sobre los alumnos. Vamos a entrar en un modelo de contenidos más rígidos y estructurados. Se va a evolucionar mucho en creación de recursos y ahí es donde las editoriales van a aportar mucho. Por ejemplo en el nivel de dificultad. Un profesor en el aula no tiene tiempo para, ni es su oficio, generar una secuenciación de recursos. También hay que aclarar que cuando hablamos de contenidos nuevos, no queremos decir que vas a cambiar la revolución francesa, salvo si encuentras un documento nuevo donde a María Antonieta no la guillotinaron y no está la “fraternité”… (Risas). Pero sí te puedes encontrar un conjunto de actividades o recursos con las que un profesor puede ilustrar mejor o hacer más comprensible la repercusión de la revolución francesa en la sociedad actual.
Yo creo que el video es un elemento denostado y es que se sigue poniendo el viernes a las doce. Y eso me lleva a pensar que se sigue utilizando como en mi época. Bueno, en mi época eran diapositivas, pero no deja de ser la actividad de última hora para salir antes… Lo que sí creo es que la utilización de recursos nuevos más interactivos tampoco tiene marcha atrás.
Has conocido las soluciones de Netex para las editoriales educativas ¿qué opinas?
Francisco– A mí personalmente me resulta una sorpresa agradable encontrarme empresas que están desarrollando y que tienen un proyecto sólido, en cuanto a herramientas y en cuanto a creación digital y que además entienden cuál es su ubicación en el negocio. Cada vez, ves que están más encima de las necesidades del mundo editorial. Y el futuro va a pasar por ahí, por empresas que prestan servicios a grandes grupos.
Carlos – Cuando uno dice que cada cual tiene que dedicarse a lo que sabe hacer, se refiere precisamente a ese espacio de colaboración entre empresas. Se constata que hay empresas que tienen este punto de vista y que nos podemos complementar bien.
Francisco– Nosotros hemos tenido contacto con multinacionales de fuera, y hablo del sector editorial, como pueden ser Google o Apple, pero tampoco hay tantas que conozcan el proceso educativo. En comparación, yo creo que Netex te ofrece posibilidades más reales y más próximas dentro de lo que es el negocio editorial español. Incluso a efectos tecnológicos, para el mercado editorial educativo, creo que es una empresa muy competitiva. Quizá el problema es que estamos en un país desprestigiado pero realmente no tienen nada que envidiar ya que hacen herramientas más genéricas, abiertas y visuales que otras empresas mucho más grandes. No te descubren nada nuevo pero sí le dan un enfoque muy sólido a su planteamiento.
Carlos – Por ejemplo viendo vuestra herramienta learningMaker. Todos sabemos que hay aplicaciones de generación de recursos, cualquier editor sabe que existen, pero cuando te dan una solución que es amigable, ubicada en tu entorno y que la ves funcional… A eso me refería con la importancia de conocer el mundo educativo.
