El reciente webinar de Mike Byrne sobre gamificación y Open Badges fue uno de los eventos más concurridos, y de los recibidos con más entusiasmo, de aquellos a los que he asistido dentro del sector del e-learning últimamente. Mike hizo una gran presentación acerca de porqué Open Badges debe ser la nueva tendencia en el desarrollo profesional.
Ya he defendido anteriormente que el beneficio real de la gamificación y las insignias radica en la motivación que ofrece a los alumnos. Mike hizo especial hincapié en este argumento citando investigaciones que sugieren que las recompensas (al igual que las insignias) funcionan muy bien sin importar lo limitado de su naturaleza. Lo que, además, mitiga el argumento de que conceder insignias no tiene sentido. De hecho, cualquier premio es eficaz. No hay duda de que un sello digital puede aumentar la motivación de los empleados para formarse. En el webinar descubrimos, por ejemplo, que al convertir las escaleras de acceso de una estación del metro en un teclado musical su uso se incrementó un 66%. La gente es más receptiva que nunca a los juegos y el 32% de los estudiantes prefieren un enfoque gamificado del aprendizaje.
Gran parte de la sesión se centró en los beneficios corporativos de la gamificación y el uso de Open Badges. Mike señaló que una diferencia fundamental entre ambos es que las insignias se orientan a tareas específicas. Las cualificaciones formales dicen que «puedes». Las Open Badges dicen que «tienes». Las insignias pueden referirse a todas las modalidades de aprendizaje, incluyendo el informal. Su naturaleza orientada a tareas las hace muy adecuadas a este respecto y, dado que las empresas de hoy en día buscan ofrecer aprendizaje formal e informal conjuntamente, esto puede marcar una gran diferencia.
Pero la verdadera reflexión vino del propio slogan del webinar. Señalar que las «Open Badges pueden ser la nueva tendencia en el desarrollo personal» en realidad puede llevarnos a infravalorar la cuestión. Esto se debe a que actualmente no existe una tendencia genérica en el mundo del elearning corporativo. La naturaleza común de las insignias, el hecho de que insignias similares pueden aplicarse a cualquier disciplina o actividad, significa que, por primera vez, las organizaciones tienen un rasero común para los logros de los alumnos. Ese carácter genérico de insignias nos da una «moneda de cambio» corporativa – al igual que un “8” en secundaria o tres “A” en la educación formal. Significa que las insignias se pueden acumular para reflejar los niveles de experiencia adquiridos a través del tiempo, permitiendo trazar, desarrollar y promover el talento con precisión y de una manera actualizada. Si podemos comunicar a los empleados que ganar insignias será un activo importante para sus aspiraciones profesionales, los resultados finales serán un grupo de alumnos motivados y un equipo de recursos humanos bien informado.
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