Durante estos últimos años hemos podido observar cómo las previsiones en la digitalización de las aulas se han ido cumpliendo aunque con cierta desaceleración en países como España por causa de la crisis. Este nuevo escenario nos está permitiendo ver de primera mano cuáles son las principales necesidades y retos a los que tiene que enfrentarse uno de los principales actores: las editoriales. Muchas de las editoriales educativas se encuentran con varios problemas a la hora de afrontar esta situación y se olvidan de que es un modelo de negocio diferente y que necesitan tener una visión global.
Tienen equipos sin experiencia previa en este nuevo entorno que siguen pensando en el mundo papel, tanto para la creación de materiales, como en su modelo de negocio y distribución.
Por otra parte, otro de los principales problemas es que la mayoría de las editoriales tradicionales se encuentran inmersas en una dinámica, donde los objetivos de facturación son difícilmente alcanzables y ello provoca una ruptura hacia el mundo digital. A esto último, hay que añadirle la problemática generada por ellas mismas al haber transmitido al mercado que lo digital es gratis o complementario y este argumento impide que se puedan obtener cifras de negocio similares o superiores a las ya alcanzadas con el papel.
Si bien el número de textos digitales se ha multiplicado por 30, la facturación sólo alcanza el 2,7% de la de los libros de texto editados en papel. Sin embargo es el segmento de la edición digital que más crece, ya que ha pasado de representar el 10,8% de todas las ventas de libros digitales en 2010, al 29,3% en 2012. (Fuente: ANELE)
Les toca reeducar a sus clientes y aportarles materiales de valor que justifiquen la obtención de los márgenes comerciales adecuados.
Y es que… parece lo mismo, pero no lo es. Abordar la digitalización de una editorial supone un cambio del modelo de negocio y, en la mayoría de los casos, también debería de conllevar una reflexión de sus principales directivos para definir el MODELO DIGITAL. Solemos insistir mucho en que tenemos que pararnos y definir hacia dónde queremos ir y cómo lo vamos a conseguir. Digitalizar una editorial no es trasladar los textos a ceros y unos, supone cambios más profundos que van desde la base metodológica del contenido hasta la forma de cómo crearlos, distribuirlos y comercializarlos. El error es pensar que simplemente es una extensión de lo que tenemos, si haces eso fracasarás o verás cómo una editorial más ágil te adelantará con soluciones con un alto valor que aprovechará el medio digital.
Un comentario
Si utilizamos las novedades que nos ofrece la tecnología para hacer lo mismo que haciamos antes pero de una manera distinta, entonces es que no hemos evolucionado nada, además de que seguiremos arrastrando antiguos vicios o errores endemicos que toda cadena de produccion sufre con el paso del tiempo. Totalmente de acuerdo…digitalizar no solo es copiar y pegar, hay que verlo como una oportunidad para empezar todos de cero en base a nuevos modelos de negocio que traerán de la mano nuevas metodologias de trabajo.