El aprendizaje corporativo ha seguido el Modelo Industrial de Educación, como lo denomina Sir Ken Robinson desde hace tiempo. Este modelo sigue la linealidad de la línea de montaje de Empaquetado y Entrega: empaquetamos el aprendizaje y lo entregamos a los usuarios. Una vez que estos consumen el contenido del paquete, lo etiquetamos con la calificación adecuada. Este modelo se basa en criterios de calificación y no presta demasiada atención al rendimiento del alumno. La llegada de las tecnologías de aprendizaje en línea proporcionó capacidades digitales para implementar el mismo modelo. Estas tecnologías de aprendizaje en conjunto trajeron consigo el eLearning.
En sus inicios, el eLearning proporcionó una alternativa rentable a la formación presencial gracias a los sistemas de gestión de aprendizaje y las herramientas de creación de contenido. Esto permitía a las organizaciones salvar barreras geográficas, ofrecer contenido de aprendizaje y realizar un seguimiento del progreso de los alumnos. A la larga, las organizaciones pudieron seguir la noción académica de «calificación». De esta forma, al igual que sucede con un examen semestral o anual en escuelas o universidades, la finalización de un curso de eLearning con evaluación final se convirtió en el indicador de una satisfactoria adquisición de conocimientos. Se almacenaban los resultados y se otorgaban certificados, considerando así que los alumnos eran capaces de hacer su trabajo de la mejor manera posible.
Con el tiempo, las tecnologías de aprendizaje evolucionaron: se automatizaron, digitalizaron y ampliaron determinadas tareas manuales. Sin embargo, el camino de la evolución seguía conduciendo al mismo modelo industrial de educación: empaquetar, entregar y medir.
Hoy en día, la irrupción tecnológica ha llevado a una volatilidad sin precedentes del mercado. Se espera que las organizaciones tengan agilidad comercial donde las decisiones comerciales y, a veces, incluso las direcciones, podrían cambiar de la noche a la mañana. La información está en plena explosión y la vida media del conocimiento se está reduciendo. En el caso de los conocimientos técnicos, su vida útil se reduce a tan solo un par de años. El aprendizaje continuo se ha convertido en una herramienta de supervivencia para los empleados en este mundo en constante cambio, que remodela sus hábitos de aprendizaje personales y profesionales. Y, ciertamente, la naturaleza restrictiva del eLearning formal tradicional es demasiado corta para hacer frente a estos desafíos.
Para plantar cara a estos retos, no es suficiente con la evolución de las tecnologías de aprendizaje; es también necesario dar el salto para innovar nuevos modelos de aprendizaje.
Aquí hacemos referencia a cinco estrategias esenciales de eLearning que nos ayudarán a enfrentar los desafíos del aprendizaje moderno en el área de trabajo.
1.- Sigamos un enfoque centrado en el alumno
Centrémonos en nuestros usuarios al tiempo que elaboramos una estrategia de aprendizaje. Nuestros alumnos están consumiendo contenido y también reciben asistencia constante a través de tecnologías digitales. Están repletos de experiencias de usuario de última generación, opciones infinitas, recomendaciones personalizadas y basadas en sus necesidades, información de múltiples fuentes, etc.
Es pues imperativo que los usuarios esperen experiencias similares mientras consumen contenidos a través de su plataforma de aprendizaje. Son alumnos que se motivan a sí mismos en su crecimiento personal y, por tanto, se centran en la mejora de sus habilidades, aprenden de múltiples fuentes (búsquedas en Internet, compañeros, etc.) y bajo demanda. Aprenden cuando lo necesitan a través de recursos de aprendizaje, y lo hacen continuamente.
De ahí la importancia de elegir plataformas de aprendizaje y herramientas de autoría que nos ayuden a implementar estrategias centradas en el aprendizaje.
2.- Aprovechemos el aprendizaje informal
En Google, el 80 % de toda la formación monitorizada se realiza a través de una red “de empleado a empleado” llamada «g2g» (Googler-to-Googler). El programa de aprendizaje «g2g» se creó para ofrecer conocimiento de primera mano en diferentes campos, desde los empleados hasta los empleados.
Las interacciones sociales son atractivas e igualmente enriquecedoras. El eLearning tradicional restringió la posibilidad de aprovechar la parte social del aprendizaje. En mis primeros años como diseñador instruccional, ni siquiera podía imaginar ir más allá de los niveles de comprensión y conocimiento de la taxonomía de Bloom mientras diseñaba el aprendizaje asíncrono. Verbos como “analizar, debatir, reconstruir, comparar, defender, etc.” nunca fueron parte de los objetivos de aprendizaje o de las evaluaciones.
Basta imaginar lo que se puede hacer con una sección de comentarios justo debajo del recurso de aprendizaje. Podemos pedir a los alumnos que debatan, analicen o reescriban sus propias palabras, y estos pueden enriquecer el contenido agregando más información de otras fuentes. Este tipo de interacción sigue enriqueciendo el contenido existente y, por lo tanto, mantiene vivo el aprendizaje.
Dar una capa social contextual al contenido de aprendizaje nos ayudará a pasar del modo de aprendizaje estático en una sola dirección a uno más dinámico y atractivo.
3.- Mentor y entrenador, dos figuras esenciales
Los mentores desempeñan un papel importante en nuestro aprendizaje. Cada organización tiene una inmensa cantidad de conocimiento interno sobre los temas de que se ocupan. El problema es que las organizaciones nunca aprovechan activamente esta experiencia para incorporarla al eLearning, y deberían asegurarse de que los líderes de equipo y los responsables participan activamente en el camino de aprendizaje de los miembros de sus equipos.
4.- ¡Midamos lo realmente importante!
La eficacia de cualquier plataforma en línea de éxito está vinculada a la evidencia de datos sobre lo que funciona bien y lo que no. Si nos fijamos en algunas de ellas, como la plataforma de consumo de contenidos Netflix, o en plataformas de consumo como Amazon, veremos que están en gran medida basadas en datos.
Tradicionalmente, hemos monitoreado las puntuaciones y el tiempo dedicados por los alumnos a un curso específico. Sin embargo, ya es hora de que los entornos de aprendizaje se conviertan en datos impulsados por un sistema robusto de recomendaciones, informes procesables y paneles de gestión de habilidades basados en el análisis del aprendizaje. La evidencia de datos puede ayudarnos a diseñar y mejorar nuestras estrategias de aprendizaje y obtener un aprendizaje más relevante para nuestros alumnos.
Con la llegada de las analíticas de aprendizaje, es posible medir los parámetros que importan, es decir, el conocimiento, el comportamiento y el impacto de una iniciativa de aprendizaje.
5.- Alineemos el aprendizaje con el desempeño
El desempeño de los usuarios es la verdadera medida de la eficacia de cualquier iniciativa de aprendizaje. Es importante en primer lugar alinear el aprendizaje con las áreas clave de rendimiento de cada alumno. También es crucial hacer frente a cómo el rendimiento se ve afectado por el aprendizaje a lo largo del tiempo para realizar mejoras iterativas en el diseño y las estrategias de aprendizaje. Y por supuesto es importante realizar una evaluación del desempeño.
Así pues, adelante, elaboremos nuestra estrategia de eLearning, y luego elijamos las tecnologías de aprendizaje adecuadas que nos ayuden a implementarla con éxito.
