Durante años, los proveedores de soluciones de e-learning en Italia se las han tenido que ver a partes iguales, salvo casos excepcionales, con dos clases de interlocutores:
La primera, aquellos que tenían alguna necesidad específica de formación obligatoria, donde lo menos importante era el «cómo», y el interés más bien se centraba en tachar cuanto antes la tarea de la lista.
Y la segunda, la de aquellos con una idea más clara acerca del complejo proceso de formar a la plantilla, que, al margen de buenos contenidos, también debe incluir una serie de actividades antes, durante y después de la formación. Por desgracia, este personal especialmente informado dentro los departamentos de RRHH tiene que pelearse con el presupuesto disponible que, en la mayoría de los casos, solo les permite adoptar la primera solución aquí mencionada.
La formación ha dejado de verse como un proceso en sí mismo, y más como una parte integral de los procesos de comunicación, marketing y «socialización» de la compañía.
Pero los tiempos están cambiando y las razones son varias. Vamos a tratar de analizarlas:
- Las tecnologías que dan soporte a los procesos de aprendizaje son significativamente menos costosas. Las soluciones en la nube permiten pagar solamente por aquello que se utiliza, sin incurrir en costes ocultos (el coste total de propiedad esperado es de cien por cien).
- Estas tecnologías son abiertas y la integración con otros sistemas de información dentro de la compañía (por ejemplo, vía API) u otros entornos web (por ejemplo, vía LTI) es bastante sencilla de llevar a cabo.
- La formación ha dejado de verse como un proceso en sí mismo, y más como una parte integral de los procesos de comunicación, marketing y «socialización» de la compañía.
- La cultura digital es cada vez mayor; navegar por la Red o participar en entornos sociales y colaborativos ha acostumbrado a la gente a ciertos hábitos de uso compartidos tanto en el ámbito privado como el profesional.
- La entrada de la generación millenial en la empresa ha elevado significativamente el listón de la cultura digital, así como las expectativas de soluciones innovadoras.
En este escenario se ha vuelto más fácil proponer soluciones que, hasta hace pocos años, parecían impensables para una compañía italiana; podemos ver cómo las plataformas tradicionales de e-learning han sido sustituidas por auténticos entornos de aprendizaje, en los cuales los usuarios disponen de diferentes canales para aprender y relacionarse empleando sus dispositivos móviles, tanto en la oficina como desde casa. La selección y organización de contenidos, a su vez, sumerge al usuario en entornos multimedia que, hasta el momento, solo se asociaban con la televisión. Y la web y las estrategias de gamificación les proponen retos, como los que vemos diariamente en programas como Gran Hermano o Master Chef.
Al mismo tiempo, las compañías no solo han proporcionado entornos tecnológicos para distribuir contenidos formativos y cuantificar las habilidades que adquieren sus empleados. Ahora poseen una poderosa herramienta para tomar decisiones organizativas ya que, con miles de datos analíticos, pueden, sin dificultad, obtener una imagen de cómo es el perfil de los trabajadores, a menudo deslocalizados, conocer sus hábitos, cuándo y cómo acceden al sistema, si participan en las comunidades de aprendizaje o son sensibles a los retos que se les proponen.
Tras muchos años de experiencia dentro de la industria del e-learning y con el ojo puesto en las tendencias internacionales, ahora los consultores estamos, por fin, en disposición de orientar a nuestros clientes hacia soluciones realmente efectivas y realizables.
