Aprendiendo a querer el microlearning

Share

Llámese “aperitivos” de aprendizaje (bite-size learning), “tapas” para la mejora del desempeño o incluso «microrrecursos», de pronto parece que el microlearning está en todas partes. En ráfagas cada vez más cortas y más intensas, estos sabrosos bocados nos dejan sin aliento y deseosos por saber más dondequiera que vamos.

Pero, ¿qué constituye exactamente el microlearning, más allá del contenido entregado en píldoras de 1 a 5 minutos? El microlearning fue concebido como una solución para la formación just-in-time y de apoyo de rendimiento, pero también puede aplicarse a programas de aprendizaje a largo plazo. Sus exponentes afirman que la entrega de contenido formativo en pequeñas dosis y su “absorción por goteo” durante períodos más largos ayuda a los estudiantes a retener más cantidad de valiosa información a largo plazo. Y la aplicación de técnicas de creación de memoria, tales como la repetición espaciada y la recuperación repetida a través de pruebas y controles de conocimiento, lo mejora.

Por el contrario, los itinerarios formativos independientes que utilizan cursos elearning largos o formación presencial con gran cantidad de material ofrecido de una tacada en un corto período de tiempo son menos memorables. En resumen, nos entran por un oído, y en nada ya nos están saliendo por el otro.

El microlearning puede aumentar la participación voluntaria en el aprendizaje, aún más cuando se combina con la gamificación. Al requerir menos compromiso, los usuarios son más propensos a aventurarse en su propio tiempo.

Por otro lado, los observadores de tecnologías sociales dirán que el mayor impulsor en el auge del microaprendizaje surge del cambio en la forma de asimilar historias y datos. El crecimiento del dispositivo móvil, iPhone, Android o cualquier otro, genera un estilo de vida más rápido de «consumo en movimiento». Una pantalla más pequeña se presta a un contenido más pequeño, más compacto y más sencillo.

Por qué los usuarios adoran el microlearning

Sea como fuere, para el baqueteado alumno, hay beneficios claramente identificables en la revolución del microlearning:

  • Es accesible en cualquier lugar. Bueno, en cualquier lugar con conexión a Internet, a no ser, claro, que se disponga de algún sistema como, por ejemplo, learningCloud Mobile.
  • Funciona de forma fiable en diferentes tipos de dispositivos. Lo creas o no, parece ser que los usuarios se interesan por las cosas que «simplemente funcionan».
  • Consume menos tiempo. Los usuarios odian perder su tiempo sin motivo aparente, y no es poco habitual que les irrite cualquier curso que pasa más de dos minutos explicándoles algo que ya saben.
  • Es perfecto para apoyar la formación en el puesto de trabajo e implica menos tiempo de ausencia. Es discutible cuántos usuarios se alegran de esto último, pero sí es cierto que todo el mundo agradece una mano amiga cuando más la necesita.
  • Los estudiantes afirman que recuerdan más de lo que han aprendido, a menudo porque usan formatos multimedia enriquecidos. No queda claro cómo recuerdan que han olvidado algo, pero les tomaremos la palabra.
  • Puede personalizarse más fácilmente. En pequeños trozos, es mucho más fácil adaptar sus programas de aprendizaje para que se adapten a usuarios individuales, basándose en su nivel de conocimiento más reciente sobre un tema determinado. Una vez más, se evita perder tiempo explicándoles lo que ya saben.
  • Puede aumentar la participación voluntaria en el aprendizaje, aún más cuando se combina con la gamificación. Al requerir menos compromiso, los usuarios son más propensos a aventurarse en su propio tiempo.

Por qué las organizaciones adoran el microlearning

No es de extrañar que este enfoque esté sacudiendo los modelos tradicionales de formación y aprendizaje. Especialmente cuando también hay buenas razones para que las organizaciones adoren el microlearning:

  • Es más barato de producir, especialmente si se puede crear una biblioteca de microrrecursos y se utiliza un proceso o línea de producción.
  • Se puede producir más rápido. El contenido corto implica ciclos de desarrollo más cortos, lo que hace que también su despliegue sea más rápido.
  • Es mucho más fácil de actualizar. Mantener el aprendizaje actualizado en un entorno empresarial en constante cambio es siempre un desafío. El microlearning puede significar menos cambios en las necesidades, así como una mayor aceleración del proceso.
  • Amplia aplicación: se puede aplicar de manera formal o informal a través de programas dedicados, formación just-in-time o soporte al rendimiento.
  • Los observadores generacionales afirman que responde de manera más específica a las expectativas de la generación millenial que ahora comienza a penetrar el mercado laboral.

¿Por qué no le gusta a todo el mundo?

Seguramente esta es una solución que funciona increíblemente bien para todos. Pero si así fuese, ¿por qué no vemos a todo el mundo troceando y cambiándolo todo hacia un micromundo? Aquí aparece en escena Malcolm Gladwell, autor de ‘Outliers‘. Probablemente, seguido de cerca por Matthew Syed, autor de ‘Bounce‘.

El mensaje común de Gladwell y Syed era algo así como que las personas no nacen siendo genios, sino que llegan a serlo a través del esfuerzo. De mucho esfuerzo. De hecho, unas 10.000 horas de esfuerzo. Afirman, algo pasados de moda, que el aprendizaje requiere sudor y aplicación. Sus libros revelan que no hay atajo. Si eso es cierto, entonces las personas a las que les gusta el microlearning porque ofrece una ruta sin esfuerzo a la experiencia se van a llevar un disgusto.

De todos modos, estas cuestiones no anulan las ventajas significativas, para el usuario y la compañía, que hemos destacado. Como herramienta de apoyo al rendimiento, parece haber poca excusa para que las organizaciones no investiguen las posibilidades que se ofrecen. Como herramienta de aprendizaje más amplia, a medida que la el trabajo a cambio de beneficios cambie las generaciones, los usuarios apreciarán cada vez más el entorno del microlearning. Todavía queda mucho por hacer y trabajar en aprendizaje, pero el microlearning puede hacer ese esfuerzo mucho más agradable para usuarios y profesionales de la formación.

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Martin Belton

Martin es director en Ascot Communications, una de las consultoras líderes en UK que trabaja con empresas orientadas a las tecnologías de la formación. Ha dado charlas en escenarios tan lejanos como Tokyo o Los Angeles y ha escrito más artículos sobre elearning e IT de los que él mismo, o cualquiera, puede recordar.

WE LOVE LEARNING 2024